Apusb: “Ausencia de elecciones rectorales conculca derechos políticos de comunidad académica”

27-10-17.-

En opinión de William Anseume, presidente de la Asociación de Profesores de la USB (Apusb), el impedimento, por parte del TSJ, de las elecciones en las universidades nacionales, “además de violar la autonomía universitaria, atropella a la comunidad académica de las universidades, conculcándole derechos políticos que son constitucionales”.

Expresó que “el absurdo impedimento electoral en las universidades bloquea la participación política interna. No es posible que, por razones políticas partidistas, se siga frenando el derecho que los profesores tenemos de elegir y de ser electos para los cargos a los cuales con propiedad podemos aspirar”.

Por su parte, el profesor Luis Buttó, secretario general de la Apusb, dijo que “elegir a sus autoridades es hoy prioridad para las universidades autónomas venezolanas y especialmente para la Universidad Simón Bolívar. La participación política es precepto constitucional, establecido en el artículo 62 de nuestra Carta Magna. Ese principio, según el cual tenemos el derecho de participar en los asuntos públicos, directamente o por medio de nuestros representantes, se nos conculca indebidamente. Nos han bloqueado injustamente el derecho a la participación política, todo universitario debería gritar eso diariamente hasta que seamos escuchados dentro y fuera del país”.

Indicó que se está vulnerando “flagrantemente el derecho a la no discriminación política, contenido en el artículo 21 de la Constitución. Todos somos iguales ante la ley. Según ese postulado deberíamos tener garantizados nuestros derechos a elegir y a ser postulados a los cargos de dirección universitaria. Mientras ello ocurre, se designan autoridades externas a nuestras instituciones como ocurrió en la USB. Esta situación, inaguantable desde cualquier punto de vista, terminará por socavar la institucionalidad en nuestras casas de estudio porque la legitimidad, los planes estratégicos, las innovaciones en la gerencia, se ven fuertemente limitadas o paralizadas ante tal imposibilidad de cambio, de renovación impuesta desde fuera de las universidades”.

Se preguntó “¿dónde queda la autonomía?”, “¿Es que acaso esa palabra es sólo abstracción lingüística sin asidero en la realidad? No podemos renunciar al hecho de que la autonomía está consagrada en el artículo 109 de la Constitución. Lo lamentable del caso es que, contradictoriamente, nunca había sido tan negada como ahora. Los derechos políticos y constitucionales de los universitarios en cuanto a las elecciones deben restituirse de inmediato para garantizar que las universidades sigan cumpliendo el importantísimo rol que históricamente les ha correspondido en nuestro país”.