21-11-17.-
Después de una inspección realizada a los comedores de MYS y Casa del Estudiante por parte del Vicerrectorado Administrativo, las direcciones de Servicios, Seguridad Integral y Planta Física, y representantes del Sindicato Único de Trabajadores de la Educación Superior, Sutes, y por recomendaciones del equipo de trabajo de ese vicerrectorado, se tomó la decisión de cerrar temporalmente el servicio de comedores en Sartenejas.
La Dirección de Servicios informó que la intención de cerrar el servicio, hasta nuevo aviso, es emprender de manera inmediata una serie de reparaciones en áreas neurálgicas (infraestructura y equipos), con la finalidad de ofrecer una mejor atención y mantener la seguridad de los trabajadores y usuarios, y que, al finalizar esta semana, se hará una evaluación de los avances de las acometidas realizadas y se determinará la reapertura del servicio.
El estado de deterioro de la infraestructura así como de algunos equipos que han agotado su tiempo de vida útil (algunos con más de treinta años de funcionamiento), representa un riesgo para los trabajadores que operan en el área.
Mariella Azzato, vicerrectora administrativa encargada, explicó que el estado en el que se encuentran las instalaciones de los comedores es el resultado de la falta de mantenimiento oportuno y adecuado, debido “a un presupuesto que está destinado solo al pago de nómina, sin asignar ni un solo bolívar a gastos de funcionamiento, inversión académica, ni de infraestructura de la USB” desde hace diez años, aproximadamente, y al control del costo de la bandeja desde hace dos años.
La inspección del comedor del MYS, donde se sirven entre 2.000 y 2.500 almuerzos al día, estuvo guiada por las trabajadoras Noris Meza y Virginia Peña, delegadas de prevención del Instituto Nacional de Prevención, Salud y Seguridad Laborales, Inpsasel, quienes advirtieron acerca de las condiciones en las que se encuentran tomas de electricidad, así como los desagües, tuberías y alcantarillas, los cuales mantienen anegados los espacios donde trabajan durante todo el día, además del estado de algunos equipos que no funcionan (de cuatro marmitas, ollas industriales, solo sirven dos), y de otros que operan a media máquina debido a su deterioro (planchas de cocina, una picadora, hornos, sartenes de volteo, máquina de lavar utensilios).
Condiciones parecidas tienen también los enseres que se utilizan diariamente para cocinar y servir (ollas, bandejas, cuchillos, cubiertos, planchas, hornos).
José Francisco Quintana, concesionario del MYS desde 1977, explicó que diariamente hacen milagros para preparar los alimentos, pues en las condiciones en las que están los equipos y los espacios, y por la falta de utensilios, el trabajo se duplica para las 40 personas que laboran allí, de las cuales 36 son mujeres.
En cuanto al comedor Casa del Estudiante, la situación es similar, pues muchos equipos están inservibles, (hielera, cava, horno, refrigerador y tres marmitas), según lo explicó con detalle la trabajadora Amalia Peña, delegada de Inpsasel, acompañó al recorrido.
En este comedor se sirven diariamente alrededor de 500 desayunos y 900 almuerzos.
La USB está atravesando uno de los peores momentos de la historia desde su creación, dijo la vicerrectora, “y esta situación nos obliga a tomar la decisión de evitar el uso de los equipos que representen riesgo para trabajadores y usuarios, suspender el servicio y emprender el plan de atención de acuerdo con las prioridades”, establecidas en el informe sobre las condiciones de los comedores que tiene la Dirección de Servicios.
El plan empieza por la atención de las tomas eléctricas y la reposición de luminarias, de destapado de los desagües y de obras civiles en algunos pisos, en ambos comedores.
En cuanto a la sede Litoral, la Dirección de Servicios informó que próximamente se realizará una nueva visita a los espacios y revisión del estado de los equipos, cuyo resultado permitirá la toma de decisión e igualmente emprender las acciones que tengan lugar para mejorar el servicio.
Más temprano en la mañana, la vicerrectora había estado reunida con el secretario general de Sutes, Gabriel Mendoza, y con los trabajadores de los comedores para escuchar sus inquietudes, quienes expresaron no estar de acuerdo con la celebración de los XI juegos deportivos nacionales de la Ftuv, a celebrarse en Margarita entre noviembre y diciembre, y donde participarán más de 12 mil trabajadores, por considerar que “se trata de un gasto en momentos en que los trabajadores están atravesando serias necesidades”.
A la fecha, los trabajadores esperan por la uniformidad de los años 2016-2017 y por la homologación de los beneficios derivados de la III Convención Colectiva Única, así como de los aumentos de sueldo mínimo decretados por el presidente.
