Apusb: “Gobierno temeroso ante la verdad de los trabajadores divulgada a la OIT”

29-01-18.-

“El gobierno teme a la verdad de los trabajadores venezolanos, y esa verdad es que los trabajadores estamos desamparados y se le ha restado todo valor al trabajo en Venezuela”, expresó William Anseume, presidente de la Asociación de Profesores de la USB (Apusb), a propósito de la visita al país de la delegación del Departamento de Normas Internacionales del Trabajo de la OIT.

Los representantes de la OIT vinieron a escuchar de viva voz las quejas de los trabajadores y empresarios para con el gobierno nacional, y, “el solo hecho de que no hayan querido permitir que conversáramos con la OIT porque no somos fichas útiles del gobierno, deja mucho que desear de la actitud de éste gobierno hacia los trabajadores y de su capacidad para dialogar libremente en el marco tripartito que la Organización considera como la fórmula ideal para evitar las controversias laborales”, dijo Anseume.

El presidente de la Apusb se preguntó: “¿Cómo es posible que sea menos de un dólar el sueldo mínimo de un trabajador? ¿Cómo puede aceptarse la perversa fórmula de bonificación de sueldos y salarios afectando la vida social y familiar del trabajador? ¿Cómo es posible que el gobierno se haga la vista gorda, como se hace en la peor muestra de indolencia concebible, ante el desamparo de la salud de los trabajadores y sus familiares? Esto tenía que saberlo de primera mano la OIT, como estaba previsto para hoy, pero no, no quiso el gobierno, mientras la OIT, por supuesto, tomó nota y canceló su visita tan esperada por nosotros”.

Por su parte, el profesor Luis Buttó, secretario general de la Apusb, expresó que “es inaceptable y además condenable este impedimento a dialogar. Esta política manifiesta de negar los espacios necesarios para que los trabajadores se expresen desdice mucho de cualquier otro intento de diálogo que el gobierno señale estar adelantando en relación con la política general del país, como el que se está llevando a cabo en República Dominicana, por ejemplo. Torpedear la posibilidad de que las organizaciones representativas del sector laboral ventilen en las instancias adecuadas de carácter nacional e internacional sus reclamos, en nada se corresponde con los procedimientos democráticos y evidencia la indolencia absoluta con la cual el gobierno atiende las condiciones socioeconómicas de los trabajadores y sus familias”.